Doce veces XII

Dejando por un momento la actualidad de lado voy a hablar de mi propia actualidad. Cuando uno está de examenes y tiene que pasarse el día entero estudiando aprende a aprovechar esos pequeños ratos de libertad para emplearlos en cualquier cosa entretenida, en mi caso he estado jugando de ratillo en ratillo a la duodécima entrega de esa saga legendaria con dos efes.
El juego salió a la venta en marzo de 2007 y no ha sido hasta febrero de 2009 que lo he completado hasta el final, dos años de darle nuevas oportunidades y de llevarme nuevas decepciones con el dichoso jueguecito.
Soy fan de la saga desde el 97 cuando porbé mi primer juego de PSX, el FFVII y me volvió loco (aún con lo mal hecho y traducido que estaba). Esperé dos largos años la salida del VIII que aunque no suplantó a la anterior entrega si que terminó ocupando un merecido segundo lugar en el podio. Año y medio después llegó el IX al que tanto cariño tengo. Otro año y medio después apareció la décima entrega esta vez ya para la PS2, reinventando la saga dejando de lado lo clásico e innovando, además de ofreciernos una de las historias más emotivas de la saga y posíblemente el final más lacrimógeno. Con el XI online hubo una especie de agujero negro en la continuidad de la saga, por lo que el XII terminó siendo uno de los más esperados y más prometedores. Cinco añazos hubo que esperar para llevarse esta inesperada desilusión.


No es que sea un mal juego, que no lo es en absoluto, esta muy currado, de lo mejorcito que puede encontrarse en PS2, muy trabajdo, un doblaje genial, escenarios tremendos y diseños espectaculares, los efectos de luz de las magias y secuencias de video es tremendo.
¿Cuál es el problema entonces? Que es un pésimo Final Fantasy.
El equipo de desarrollo fué en gran medida reemplazado para esta entrega, faltando nombres tan importantes como Hironobu Sakaguchi (creador de la saga) y Nobuo Uematsu (compositor de la misma desde tiempos inmemoriales). El resultado es que se le ha dado las licencias de la saga a un equipo de fans llenos de buenas intenciones creando una historia simplona y mal llevada donde las invocaciones se llaman espers, las naves tienen nombres como Shiva, Leviatán o Bahamut, las magias se llaman electro o esna y el objeto para revivir personajes caídos es la cola de fénix.

La Historia:

A grandes rasgos puede parecer interesante aunque poco original, un mundo dividido en reinos que están en guerra, con grandes batallas en naves aéreas y poderosos ejércitos pegándose unos con otros. Así comienza el juego, así continúa y así termina. Exceptuando la introducción de la misteriosa neticita y la aparición de los Ocurios en la segunda mitad del juego no hay ni un solo giro argumental, y por otro lado las dos cosas que acabo de mencionar no son mas que un par de toques de color en un tapiz en blanco y negro.
El final del juego es como te lo imaginas tras la primera hora de partida, es como si el final del VII consistiese en destruir los 8 reactores de Midgard. Los personajes viajan de un lugar a otro del mundo buscando la forma de restaurar el reino de Dalmasca y eso es lo que van a estar haciendo durante todo el resto del juego.
Cuando empiezas a jugar disfrutas los primeros 20 minutos, las 3 o 4 horas siguientes son interesantes descubriendo las intrigas entre reinos, la aparición de personajes y qué papel tienen en la historia y esperas a que la trama arranque y empiece lo bueno.
Cuando llegas a la parte del Leviatán parece que la acción se empieza a desarrollar y realmente comienza el juego, cuando el chico rubio se alía con un pirata aéreo con una de las naves más rápidas cuyo compañero es de una raza diferente y algo peluda para abordar una gran base aérea del imperio y rescatar a la princesa que está allí retenida. Aqui os pongo una imagen de el protagonista Vaan, la princesa Ashe y el pirata Balthier, protagonistas del juego.



Los personajes:

Aunque cada personaje está bien definido y tiene una personalidad marcada y bien lograda, la interacción entre ellos es prácticamente nula, vale si, hablan entre ellos de vez en cuando, viajan juntos y tienen un objetivo común, pero ahí termina todo.

Por un lado tenemos a Vaan y Penelo, dos raterillos de Dalmasca que odian al imperio que terminan conociendo al pirata Balthier y luego no se saben muy bien como terminan involucrados en el resto de la trama. Un curioso caso en que el protagonista no pinta mucho y cuyas únicas motivaciones son que no le gusta el imperio, por otro lado el papel de Penelo es el de amiga de Vaan, punto.

Ashe y Basch son dos personajes con nombre de estornudo que llevan el peso de la trama, una es la princesa de Dalmasca que quiere restaurar su reino, el otro un supuesto traidor a Dalmasca que termina acompañando a la princesa en sus periplos y restaurar así su honor.

Por ultimo tenemos a Han y Chewe, digo Balthier y Fran, el primero es el único personaje interesante con cierto pasado y sorpresas, es un pirata del aire respondón, con estilo con ganas de realizar un acto heróico. Fran es una viera, una coneja con forma humana, cuyo único papel es la de copilota de la nave de Balthier y poseedora de cierta sensibilidad hacia la niebla, una especie de energía que se manifiesta en ciertos lugares.

Luego esta otro dato curioso, la originalidad en el diseño de los personajes, que como se suele decir, una imagen vale más que mil palabras:


























Da la impresión que los actores que interpretaron a Tidus y Yuna en FFX han vuelto a ser contratados para esta nueva entrega...

Música:

A excepción del tema principal de Final Fantasy, el clásico Prelude, las 9 notas de victoria y la melodia de los chocobos todos los demás temas no han sido obra de Nobuo Uematsu, y se nota. Hay poquísimas melodías pegadizas, la mayoría son músicas para ambientar la típica cueva, meseta, ciudad o mazmorra, que no es que sean malas, es solo eso, son ambientales sin nada de emotividad.

Jugabilidad:

El sistema de batalla es innovador, en tiempo real, los personajes tienen una IA definida por el jugador a modo de Gambits, que les determinan ante cierto estímulo (vida baja, enemigo con espejo, enemigo débil al fuego) con qué comando actuar. Al principio es curioso y entretenido, pero llega un momento en que los combates se limitan en mover los personajes de un sitio a otro y mirar como luchan, algo que hay que hacer mucho a lo largo del juego pues se tarda la vida entera para subir un nivel y termina siendo a veces tremendamente aburrido. También están los puntos de licencia, con un tablero donde gastarlos para aprender habilidades, magias, mejoras o poder usar equipamiento.
Por otro lado están los retos secundarios, muchísimos y aburridísimos, largos y tediosos, en los que hay que matar al super bicho de turno para una porquería de recompensa la mayoría de las veces. También estan los del tipo habla con este, recorre toda la ciudad para encontrar a este otro y hablabr con el, vuelve al primero, habla con otros 7 que no sabes quienes son...vamos que no motivan demasiado...


¿Un mal juego?No, tiene sus cosas pero no está nada mal, el problema es el argumento y la forma de llevarlo, CUESTA pasarselo, no por la dificultad del juego, sino porque no hay ganas de continuar, la historia no te pica, te da pereza luchar, quiero decir, mirar como luchan tus personajes...


Nota del Juego:

8,5/10

Nota del Final Fantasy:

4/10