miércoles, 24 de septiembre de 2008

Penitencia, Dolor sin Fin


Uno de los personajes más recientes de la casa de las ideas, a pesar de que como individuo existía desde finales de los 80 en el universo Marvel.
Antes de hablar sobre la serie en si es mejor echar un vistazo al personaje para entender lo atractivo que tiene leerlo.



Empezamos hablando de Speedball, un chico con poder para controlar y generar energía cinética creado a en los en 1988 ni más ni menos que en la colección de Spider-man. Intentaba ser una version superheroica jovial, inocente y desenfadada pero no tuvo demasiado éxito. Algunos años después el personaje fue rescatado e integrado en la colección Los Nuevos Guerreros (New Warriors el original) donde se contaban historietas de un grupo de heroes bastante divertidas y refrescantes que tuvieron bastante acogida, pero que poco a poco también fueron quedando en un segundo plano.

Ahora nos remontamos a los orígenes de Civil War. El gran crossover Marveliano, como es bien conocido, comienza con un reallity show protagonizado por los Nuevos Guerreros en la que se dedican a cazar villanos fugados delante de las camaras e intentar conseguir la mayor audiencia posible. Estre programa les lleva a Stamford, Connecticut. Allí se encuentrar a un grupo de supervillanos fugados que se les queda un poco grande. La batalla les lleva junto a un colegio y allí uno de los malos, Nitro, utiliza sus poderes generando una potentísima explosión que mata a los Nuevos Guerreros, los malos fugados y a 616 personas, la mayoría de ellos niños. Este suceso provocará la conocida Civil War y el acta de registro de super humanos.

La cosa es que los poderes cinéticos de Speedball lo salvaron catapultándolo varios estados desde el lugar de la explosión, dañando su columna vertebral y apagando sus poderes. Robbie Baldwin es encontrado y puesto ante la justicia por su irresponsabilidad, rechazado por la sociedad e incluso su familia y apodado "el hombre más odiado de américa".
Todo esto produce un daño mental en Robbie haciendole perder un poco la cabeza. Esto y descubrir que la única forma de reactivar sus poderes es a través del dolor le llevan a diseñar un nuevo traje, algo al estilo sado, que le sirvan al mismo tiempo de arma y de, como su nombre indica, penitencia.

La serie en si no tiene desperdicio. Intriga, engancha, el personaje que han recreado a partir de otro bastante simplon es curiosisimo, el dibujo es bueno, se pega con Lobezno y con el Doctor Muerte, ¿que más se puede pedir?

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